miércoles, 24 de agosto de 2016

La electricidad y el medio ambiente: fundamentos para la selección

 Muchos países enfrentan un dilema, pero existen opciones 


existe una tremenda tensión a nivel nacional, regional y mundial entre las demandas de más energía, en particular de electricidad, y las exigencias de que se proteja la vida, la salud y el medio ambiente. Por lo general, los países en desarrollo emplean una fracción de la energía per capita que consumen los países industrializados. En el caso concreto de la electricidad, Bangladesh, por ejemplo, consume menos de 100 kilovatios-hora (kWh) per capita anualmente, mientras que Noruega consume más de 25 000 kWh. No cabe duda de que los países en desarrollo tratarán de ampliar su producción y consumo de energía, en particular de electricidad. Es más, también cabe esperar lo mismo de los países industrializados. Francia, cuya rápida expansión de la generación de electricidad mediante la energía nuclear es bien conocida, consume hoy día unos 6500 kWh per capita anualmente y ya está exportando cierta cantidad de electricidad. Sin embargo, ¿cabría dudar que, con el tiempo, los franceses aumentarán su dependencia de la electricidad como han hecho los noruegos? Pese a esta realidad, se sabe que para generar más electricidad, en algunas zonas posiblemente habría que construir represas e inundar grandes extensiones de tierra. O tal vez sería preciso construir centrales nucleares o quemar combustibles fósiles en momentos en que ya el 25 % del dióxido de carbono que se encuentra en la atmósfera proviene de la generación de electricidad en centrales alimentadas con este tipo de combustible. A nivel nacional, muchos gobiernos están familiarizados con este dilema y consideran que es necesario generar más electricidad. Sin embargo, es posible que mediante referendos populares se rechacen los planes hidrológicos y los proyectos nucleares, y que exista una firme oposición al mayor uso de combustibles fósiles. En los países en desarrollo la preocupación suele concentrarse más en las consecuencias negativas a nivel local, como la pérdida de El Dr. Blix es el Director General del OIEA. El presente artículo es un extracto de su discurso de apertura del Simposio de Expertos Superiores sobre electricidad y medio ambiente, celebrado en Helsinki del 13 al 17 de mayo de 1991. tierras cultivables, que en los futuros efectos globales. En el plano regional el debate gira en torno a las consecuencias ambientales que tienen las emisiones de dióxido de azufre y óxido de nitrógeno para los bosques y lagos. En Europa, el 60% de las emisiones de dióxido de azufre y el 30% de las de óxido de nitrógeno proceden de la generación de electricidad. No es extraño que en la propuesta formulada recientemente de que todos los países de Europa, incluida la URSS, aprueben un instrumento relativo a la energía, se hiciera hincapié en la protección medioambiental como uno de sus objetivos. A nivel mundial las preocupaciones se centran en el riesgo de calentamiento global, que está vinculado a las emisiones de dióxido de carbono provenientes del quemado de combustibles fósiles. En situaciones difíciles como ésta, los países suelen celebrar conferencias para analizar los problemas y las medidas que se puedan tomar. El problema de la contaminación transfronteriza debida al quemado de combustibles fósiles dióxido de azufre y óxido de nitrógeno puede resolverse técnicamente. Es una cuestión de capital y de tiempo.El problema del dióxido de carbono y otros gases que producen el efecto de invernadero es más complicado. El Grupo Intergubernamental sobre Cambios Climáticos (IPCC) ha examinado este problema durante algún tiempo, y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo tendrá que abordarlo en Brasil, en 1992. Una cosa es celebrar conferencias y otra hallar respuestas. Si bien en 1987 la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD) abogó por lo que denominó un bajo perfil energético e instó al desarrollo de fuentes de energía renovables, admitió honestamente que no tenía ninguna solución satisfactoria para el dilema

jueves, 21 de julio de 2016

LA ENERGÍA ELÉCTRICA

Hoy en día la energía eléctrica es una necesidad de la cual no podemos prescindir y que va en aumento. Por este motivo hay que conseguir generar de una forma sostenible respetuosa con el medio ambiente a largo plazo.

Situación energética

La situación energética en el mundo ha cambiado mucho en el último siglo.
En los últimos 20 años se ha duplicado la energía consumida, este cambio es debido a la evolución de los países en desarrollo. Los estudios realizados nos indican que esta necesidad de energía eléctrica continuará aumentando a un ritmo similar. Hoy en día la generaciónde esta energía se reparte de la siguiente manera:
  • 5,4% Petróleo
  • 23,3% Gas natural
  • 37,6% Carbón
  • 13,8% Nuclear
  • 19,9% RenovablesSituación energética por Endesa Educa
  • http://www.endesaeduca.com/Endesa_educa/recursos-interactivos/el-uso-de-la-electricidad/xxv.-la-energia-electrica-y-el-medio-ambiente

jueves, 14 de julio de 2016

INCIDENCIA MEDIOAMBIENTAL DE LAS ACTIVIDADES DEL SECTOR ELÉCTRICO


Actualmente, Endesa produce energía eléctrica fundamentalmente mediante plantas termoeléctricas
alimentadas con combustibles fósiles (carbones, derivados líquidos del petróleo, gas natural),
centrales hidráulicas o centrales nucleares. Aunque cuantitativa mente todavía su participación
es limitada, no deben dejar de mencionarse algunas fuentes energéticas complementarias
(eólica, solar, biomasa, residuos, geotérmica, etc.), en algunos casos de carácter renovable.
Si bien la electricidad es una forma esencialmente limpia de la energía, todos los sistemas generadores
y las actividades extractivas de las materias primas utilizadas ejercen efectos más o menos
acusados sobre el Medio Ambiente.
Las causas principales de incidencia ambiental de este sector son:
• Ocupación de espacio para el establecimiento de instalaciones, tanto las productoras de electricidad
como las extractivas de las materias primas.

• Utilización y consumo de recursos renovables y no renovables.
• Generación de residuos materiales (gases, líquidos o sólidos) o energéticos (ruido, calor).
• Modificaciones físicas, socioeconómicas y culturales en las zonas de implantación o influencia.
Como resultado, puede producirse una serie de impactos potenciales sobre la atmósfera, las
aguas o los suelos y, naturalmente, sobre los ecosistemas o las propiedades relacionados con
esos medios.
La magnitud e importancia de los impactos concretos dependen fundamentalmente de:
• La fuente o recurso energético utilizado.
• El rendimiento de los sistemas de generación aplicados.
• La eficacia de los sistemas correctores de la contaminación.
• Las características y el valor del entorno natural afectado.
En el Sector Eléctrico Español, la potencia total instalada se reparte en un 15% para Centrales
Nucleares, un 27% para las Centrales Hidroeléctricas y un 57% para las Centrales Térmicas de
combustibles fósiles. Dentro de este esquema, las Centrales Térmicas de carbón representan
cerca de la mitad.
La energía hidroeléctrica se produce a partir de un recurso totalmente nacional, pero en los restantes
sistemas generadores existe una importante dependencia de materias primas extranjeras
(petróleo, gas natural, uranio enriquecido). Sin embargo, la contribución de los recursos españoles
es mayoritaria para el caso del carbón.
Por ello es lógico que al analizar la problemática ambiental del Sector Energético se considere,
en primer lugar, los impactos de las actividades de minería del carbón, y seguidamente los referidos
a los sistemas de generación eléctrica.
La tabla adjunta resume los principales impactos que pueden producirse en la obtención de los
recursos energéticos, la producción de electricidad y su transporte y distribución.